miércoles, 5 de junio de 2013

Crema de chocolate blanco

Hace un par de semanas fui a Santiago a buscar unos papeles y, de paso, a visitar a algunos amigos. Como buenos gallegos que somos, no hay reunión que se precie en la que no medie una buena comida, así que fuimos a repostar a "A Moa", un restaurante que sólo tiene una pequeña carta de tapas; lo realmente interesante es que cada día preparar un menú diferente, con varios platos a escoger, según lo que encuentren en el mercado, así que ya os imagináis que la calidad de lo que allí se come es de matrícula.

Comimos de maravilla, pero lo que nos apasionó fue el postre: una crema de chocolate blanco con frambuesas. Ahí no hubo dudas, en cuanto vimos el nombre en la carta del menú, todos supimos qué íbamos a tomar de postre.


La textura de la crema era perfecta: ni muy densa, ni muy ligera; y el sabor a chocolate blanco era delicioso. He de decir que el sabor me sorprendió, pues es muy habitual encontrarse cosas que alegan saber a chocolate blanco y luego sólo saben a decepción... en este caso, hasta el punto de azúcar era perfecto!

Ya os imagináis que me faltó tiempo para llegar a casa y ponerme a cacharrear. No sé cómo harán esta crema en A Moa, pero yo la hice de una forma muy sencilla: primero hacemos una crema pastelera y luego le añadimos el chocolate blanco. Fácil ¿no?

Os recomiendo utilizar leche entera para esta crema, pues sino perderéis mucho en la textura final. Los atrevidos incluso podéis sustituir parte de la leche por nata... eso ya sobre la conciencia de cada uno. Y sin más, vamos con la receta:

Ingredientes:

600mL de leche entera
20g de maizena
4 yemas
100g de azúcar moreno
200g de chocolate blanco

Preparación:

Ponemos 500mL de leche al fuego. Mientras tanto, disolvemos en los 100mL de leche fría restantes la maizena, pues así evitamos que se formen grumos.

En un recipiente mezclamos las yemas con el azúcar, batimos bien e incorporamos la leche con maizena.

Cuando la leche empiece a hervir, la añadimos a la mezcla de yemas poco a poco y removiendo para que no se cuaje. Entonces, pasamos todo a través de un colador para eliminar cualquier posible grumo, y ponemos de nuevo a fuego medio, revolviendo sin parar con unas varillas.

Cuando la mezcla empiece a espesar y el trazo de las varillas se quede marcado en la crema será el momento de retirarla del fuego.

Troceamos el chocolate y lo fundimos al baño María. Cuando esté fundido le añadimos la crema todavía caliente y mezclamos hasta homogeneizar.

Vertemos la crema en una manga pastelera desechable de plástico, la cerramos bien y la dejamos enfriar -primero a temperatura ambiente y luego en la nevera-. También podéis poner la crema en un recipiente y cubrirla con un film transparente, de forma que el film esté en contacto directo con la crema para evitar que se forme costra.

Cuando haya reposado en la nevera, cortamos el extremo de la manga pastelera y servimos la crema en copas o vasos, acompañándola de lo que queramos: fresas, frambuesas, galletas, barquillos... Creo que sobra decir que podéis cambiar el chocolate blanco por otro chocolate a vuestro gusto siguiendo los mismos pasos.

Y ya sólo nos queda disfrutar de nuestra crema de chocolate blanco :)

4 comentarios:

  1. tienen una pinta deliciosa, soy fan del chocolate blanco y creo que probaré la receta acompañando con galletas maría y usando el chocolate blanco de Díselo con Chocolate, lo probé hará cosa de un par de meses y no puedo parar de comerme esos bombones. saludos

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  2. Esta receta la tengo que probar, si me sale bien la publicaré en mi blog nombrándote :) Me gusta mucho lo que haces

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    1. Muchas gracias Elena! Espero que te salga genial ;) Un abrazo!

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