Yogur y yogurtera

Hace una semana me compré un aparato que llevaba tiempo rondándome la cabeza: una yogurtera... me encantan los yogures, y pensaba que caseros estarían mucho más ricos; no me equivocaba.


Quería hablaros un poquito acerca del yogur y del funcionamiento de las yogurteras y otros aparatos que nos permiten producir yogur en nuestras casas:

Antes de nada hay que dejar claro que en castellano se dice "yogur" y no "yogurt", "yogourt", "yoghourt" ni similares; simplemente yogur... y su plural es "yogures".

El yogur es un producto lácteo que se obtiene gracias a la fermentación bacteriana de la leche. Es decir, el yogur es el resultado del trabajo de unas bacterias; éstas toman la lactosa de la leche (un tipo de azúcar) y lo transforman en ácido láctico, responsable de algunas de las propiedades organolépticas del yogur. Y que nadie se alarme por leer la palabra "bacterias"; las bacterias pueden ser patógenas y ser causantes de problemas para nuestra salud; pero no todas las bacterias son "malas", de hecho hay muchas bacterias viviendo en nuestro cuerpo y nos aportan muchos beneficios; es un claro ejemplo de lo que se denomina "simbiosis". Tenemos bacterias sobre nuestra piel, en nuestras mucosas, en nuestros intestinos... en el caso de las bacterias intestinales (denominadas también "flora intestinal" ó "flora colónica") son las responsables de parte de la "digestión" de algunos de los nutrientes que necesitamos, como algunos tipos de vitaminas, triglicéridos, etc. Además, estas bacterias compiten con bacterias patógenas por los "recursos", y como las beneficiosas son muchas más que las patógenas, pues éstas últimas lo tienen más complicado para multiplicarse y causarnos problemas; también la flora intestinal forma capas sobre la superficie del colon, lo que supone una barrera física para los microorganismos patógenos. En resumen, las bacterias que habitan en nuestro intestino ejercen acciones de defensa y colaboran en nuestra nutrición.

Volviendo al yogur. Podemos decir que uno de los principales beneficios de incluir yogures en nuestra dieta es que mantienen nuestra flora intestinal en buenas condiciones: las bacterias que "viven" en los yogures llegan al intestino (sobreviviendo incluso al ácido del estómago) y allí pasan a formar parte de nuestra querida y beneficiosa flora.

Ahora que hemos hablado un poco sobre microbiología, podremos entender cómo se forma el yogur: para prepararlo necesitaremos leche y una cantidad de estas bacterias tan beneficiosas. La leche todos sabemos donde comprarla, pero ¿y las bacterias? ¿dónde se compran bacterias? pues nada más fácil que comprar un yogur, que como ya vimos contiene estas bacterias. Lo que queremos hacer es proporcionar un medio adecuado para que las bacterias se reproduzcan y hagan su trabajo, por eso ponemos la leche.

Ya tenemos las bacterias y tenemos el alimento que necesitan para reproducirse y crecer; ahora sólo nos falta ponerles un "ambiente" donde se sientan cómodas para multiplicarse... y ahí es donde entra en acción nuestra yogurtera. La yogurtera simplemente mantiene una temperatura de entre 35-43ºC que es el rango de temperaturas que las bacterias prefieren para crecer (a más temperatura se morirían).

Bien, mezclamos todo, lo ponemos en la yogurtera (en los correspondientes vasitos) y dejamos que nuestras pequeñas amigas hagan su trabajo. Las bacterias empezarán a "comer" lactosa y producirán ácido láctico. Este ácido es el responsable de que la leche adquiera la textura que todos conocemos del yogur (algo similar a cuando añadimos limón o vinagre a la leche: se corta).

Y ¿cuánto tardan las bacterias en hacer este trabajo? pues depende de varios factores, pero generalmente se considera que con 10-12 horas es suficiente en elaboraciones caseras (en industria es un poco diferente el proceso que se sigue).

Una vez que el yogur está hecho lo pondremos en la nevera para que, al bajar la temperatura, las bacterias dejen de multiplicarse. Aunque si tardamos varios días en consumirlos notaremos un ligero incremento de la acidez del yogur.

Hay que mencionar también que no sólo con yogurtera se puede hacer yogur. Si calentamos la mezcla de leche y yogur hasta 43ºC y lo dejamos bien "tapado" en un sitio que mantenga esa temperatura: bolsas isotérmicas, fermentadores, etc. podremos conseguir nuestro yogur casero. Incluso conozco gente que los deja dentro del horno o del microondas (apagados) para que el calor no se pierda. De todas formas, personalmente prefiero el método de la yogurtera por su comodidad.

Basta con prepararlos por la noche y al despertarnos los tendremos listos. Simplemente habrá que dejarlos en la nevera para que se enfríen, y podremos degustar un delicioso yogur casero. Además, a la mezcla básica podremos añadir diferentes "aditivos" como azúcar, aromas o frutas para hacer yogures de sabores, pero eso lo veremos en recetas concretas.

Bueno, hasta aquí estas pequeñas pinceladas sobre los yogures... interesante ¿no? Espero que haya sido de vuestro agrado ;)