Así que ahora vamos con la receta! Es un postre que en mi casa gusta mucho y además es sencillo y de aprovechamiento ¿qué más se le puede pedir a un postre? Se trata de un pudin de pan con frutas, aunque por la zona (no sé ya si es cosa de familia ó es su nombre popular) lo conocemos como "bandullo". Esto es aprovechamiento al cuadrado porque utilizaremos, por un lado, pan duro (rara es la casa donde no sobra algo de pan cada día...) y, por otra parte, unas piezas de fruta de esas que todos tenemos siempre en el frutero a punto de estropearse.
Espero que no os asustéis con tanta letra porque sinceramente me dio mucho más trabajo escribir la receta con las fotos que cocinarla!
Ingredientes:
Pan del día anterior: 1 barra y media aproximadamente
1 Litro de leche
150g de azúcar
1 vaina de vainilla
4 huevos
2 manzanas
2 peras
Un poco más de azúcar para hacer caramelo ó caramelo líquido.
Preparación:
Cortamos el pan en trozos no demasiado pequeños (como veis en la foto), los ponemos en un recipiente amplio y lo empapamos con la leche. Lo dejamos reposar 15-20 minutos para que el pan se ablande por completo, pues incluimos también la corteza: aquí no tiramos nada!
Mientras el pan reposa con la leche aprovechamos para abrir la vaina de vainilla y retirar, con ayuda de un cuchillo, todas las pequeñas semillas que contiene. Las mezclamos con el azúcar que luego utilizaremos.
Pasados los 15-20 minutos de reposo deshacemos el pan aplastándolo: podemos usar unas varillas, algún aplastador de esos de hacer puré de patatas ó simplemente con las manos :) No podemos utilizar batidoras porque sino luego quedará demasiado fino...
Entonces añadimos el azúcar y los huevos ligeramente batidos y mezclamos todo bien; quedará bastante denso, pero no os preocupéis que luego queda muy jugoso.
Pelamos las frutas y las laminamos como si fuesen para hacer tortilla; las agregamos a la mezcla y reservamos.
Caramelizamos un molde y rellenamos con la mezcla; damos unos golpecitos al molde contra la encimera para que las burbujas que hayan quedado entre la masa suban a la superficie. Horneamos a 180-200ºC durante 1 hora y media, vigilando de que no se queme; cuidado porque cada horno es un mundo! si vemos que empieza a tostarse demasiado y aún no está hecho, lo cubrimos con papel de aluminio. Estará terminado cuando al pincharlo con un cuchillo salga limpio.
Lo dejamos enfriar, desmoldamos y a disfrutar! :) Espero que os guste! Ya me contaréis ;)
Estos pudines son una delicia, y estupendos para aprovechar. ¡Suerte en el concurso!
ResponderEliminarBesos,
Nik
Ángel, quién no ha comido pudding alguna vez?. Yo recuerdo que mi madre siempre nos hacía pudding los lunes, porque siempre sobraba pan el fin de semana. Y qué recuerdos ma´s ricos... Cómo olía la casa!.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu receta y un besote
Muchas gracias Nik!
ResponderEliminarLaube, gracias a ti por organizar este concurso!
Un beso a cada una! ;)