Tronco de galletas

En cualquier casa que se precie hay una serie de recetas típicas que se sacan a relucir en todas y cada una de las ocasiones que lo requieran. Un caso muy común es el de la típica tarta de galletas tostadas, natillas de sobre y chocolate: un ser que habita en el 90% de los cumpleaños del país... tanto es así que tiene hasta nombre propio: "tarta de la abuela". 

Pues éste es el caso también de la receta que os quiero enseñar hoy. Es una tarta que tuvo el monopolio de los cumpleaños de mi familia unos años atrás; se hacía en mil y una versiones: que si cubierta de coco, que si de chocolate, que si ahora emborrachamos la galleta en leche, que si en zumo, que si en café, que si ahora el tronco se convierte en un simpático tren para el cumple del peque de la familia... en fin, todas las variantes imaginables. Ahora ya, la pobre, se quedó un poco en el olvido por eso de que uno es gastroblogger y debe aprovechar cada ocasión para experimentar nuevas recetas... 

Sin embargo, a pesar de haber llegado a aborrecer alguna de estas recetas, después de un tiempo sin catarlas empiezan a apetecer de nuevo... y es que al fin y al cabo, no en vano fueron grandes éxitos en su momento. 

Esta receta es muy sencilla y si os gustan las tartas de galletas, ésta os encantará. Os presento una versión básica, pero podéis hacer todas las variaciones imaginables, tanto en el líquido para emborrachar las galletas como en la cobertura. Para mi, aquí hay dos cosas fundamentales: una es la crema del relleno (a pesar de que soy fan incondicional de la mantequilla, en este caso utilizaremos margarina) y la otra es el tiempo de reposo necesario para que la tarta coja cuerpo.

Ingredientes:

200g de margarina
150g de azúcar glass
2 yemas de huevo
1 paquete de galletas María
1 vaso de zumo de naranja
Coco rallado para decorar

Preparación:

Mezclamos el azúcar con las yemas y añadimos la margarina. Mezclamos bien hasta conseguir una crema espesa. Podéis probarla para comprobar si está suficientemente dulce para vuestro gusto; sino podéis añadir un poco más de azúcar glass.

Mojamos una galleta en el zumo y le ponemos una cucharadita de crema; mojamos otra galleta y la ponemos sobre la anterior, apretando  ligeramente para que la crema se extienda entre las dos galletas. Pondremos otra cucharadita de crema sobre la nueva galleta y así continuaremos hasta acabar las galletas.

Cuando hayamos terminado las galletas utilizaremos la crema restante para cubrir todo el tronco por fuera con una fina capa.

En una bandeja ponemos el coco rallado, por donde haremos rodar el tronco para que se cubra por todo el exterior con el coco.

Dejamos reposar el tronco en la nevera. Yo suelo dejarlo toda la noche, aunque si os corre prisa, con un par de horas puede ser suficiente.

El truco a la hora de servir el tronco es hacer los cortes en diagonal, así se verá un dibujo a rayas de crema y galleta y parecerá toda una obra de arte.

Espero que os guste :)