Picatostes caramelizados

Unas recetas atrás os comentaba sobre mi afición a las calabazas; pues bien, hoy os traigo una receta de otra de mis pasiones culinarias: el aprovechamiento! :) En este caso, aprovechamiento de pan duro. Y es que el pan es un ingrediente que se presta a ser utilizado en mil y una recetas aún después de varios días; hay ya varios ejemplos en el blog, como este pudin básico ó este otro pudin con frutas, las torrijas o el típico pan rallado.

La receta de hoy es muy sencilla, hasta podría parecer un poco pobre a simple vista, nada glamurosa, pero el sabor suple cualquier carencia visual que pueda tener. Son unos picatostes dulces; pero no están hechos fritos, sino que se hacen a la plancha -casi podríamos decir que son salteados- con un poco de mantequilla, así que son menos calóricos que las churros y son unos dignos sustitutos suyos, tanto para acompañar un chocolate como un café, como para comer solos. Tienen un incoveniente y es que cuando empiezas no puedes parar: están buenísimos!

Si hay un sabor que me encanta en repostería es el del caramelo mezclado con canela y mantequilla, y estos picatostes conjugan estos sabores a la perfección.

Utilizaremos pan viejo para hacer estos picatostes; es preferible que el pan esté un poco duro en vez de blando porque así será más fácil cortarlo. Para ello, evitad dejar el pan dentro de bolsas de plástico, pues así se secará un poco y nos facilitará el trabajo. Yo normalmente los corto con forma alargada, como se ve en la foto, pues así son más cómodos para mojar, pero podríamos cortarlos en dados y serían perfectos para un picoteo dulce, como si fuesen galletitas. De hecho, su sabor me recuerda ligeramente a las galletitas Princesa de Artiach®. Y ahora, sin más dilación, vamos con la receta:

Ingredientes:

120g de pan duro
40g de mantequilla
40g de azúcar
Media cucharadita de canela en polvo

Preparación:

Cortamos el pan duro en tiras del tamaño de un dedo aproximadamente. Reservamos.

En una sartén amplia fundimos la mantequilla a fuego lento. Mientras tanto, en un vaso mezclamos el azúcar y la canela y reservamos.

Cuando la mantequilla esté fundida añadimos el pan y removemos rápidamente para que se reparta por igual en todos los trozos; entonces subimos un poco el fuego para que el pan se dore ligeramente.

Cuando el pan empiece a dorarse espolvorearemos el azúcar por encima en tres veces, removiendo y dejando que se caramelice entre cada adición. Vigilaremos que no se queme el caramelo que se vaya formando, removiendo el pan constantemente para que se caramelicen uniformemente.

Y ya están listos para disfrutar! Tanto caliente como frío ;)